La familia es lo primero

Cuando un hombre y una mujer deciden formalizar una familia lo tienen que pensar muy bien y darse cuenta que están adquiriendo una responsabilidad muy grande, porque esto requiere de gran capacidad para poder dedicarse con amor a los niños que van a integrar a la familia.

La mayoría de algunos individuos formalizan una unión sin medir las consecuencias, sin saber lo que esto les puede ocasionar en un futuro. Como algo irreparable de lo cual ellos se pueden sentir arrepentidos de haber tomado una decisión apresurada. La vida es como la carrera que tú emprendes por el mañana de tus hijos y sentirte orgulloso esperando verlos crecer como algo que tú lograste con toda la responsabilidad a la que te afincaste y tienes que ver el resultado de tus logros.

Ser padre se requiere de una constante lucha y de tener la fortaleza para poder llevar esa carrera con orgullo y trasmitirla a tus hijos. En la vida no se deja el hogar que formaste como cuando tú sientes emoción por un estudio que creíste terminar pero que después no te gustó, no te satisface y lo abandonas sin culminar.

Siempre los adultos decidimos poner fin a una relación formada, sin tomar en cuenta que los niños sienten el arrebato al cual fueron sometidos e inician una larga carrera de conflictos contra el que queda a cargo, puede ser mamá, papá o abuelo. Ellos se sienten desplazados y pierden su autoestima, su confianza y credibilidad hacia los que ellos conocieron como padres.

Por lo que viven sintiendo ira y violencia, todo esto lo trasmitirán en un futuro a sus propios hijos; hay niños que sufren de alguna forma varios tipos de separación, cuando el padre no quiere responsabilidad o no acepta las intransigencias de la mujer y ella tampoco comparte las opiniones de él y deciden terminar con la familia ya formada.

Son muchos los hogares que se rompen por falta de amor comprensión y hasta por miedo a luchar en la vida, por miedo de ambos y no miran las consecuencias y el dolor que causan a los hijos que procrearon sin tomar en cuenta que rompen un esquema primordial que es la base fundamental de la familia que levantaron.

No dejemos que otros terminen esa gran labor en la que tú te afincaste porque si no cumplimos nuestro rol de padres nunca habremos logrado nada y nuestro destino puede ser muy triste y al llegar a una tercera etapa de la vida nos daremos cuenta lo importante que era culminar esa carrera con amor y con la familia ya formada.