Llegar a viejo no es el final del camino ni tampoco el final de tu destino. Tu vida no termina en esta etapa porque siempre estarán junto a ti tu pasado y tu presente.
Las cosas bellas que viviste siempre las recordaras como algo nuevo que tendrás que contar a tus nietos que son tu presente, porque ellos junto con tus hijos están allí, esperando, preguntando cual fue el final de cada historia que viviste.
Las preguntas que se agolpan para saber cómo fue tu juventud, cómo superaste tus buenos y malos momentos en la vida, y tendrás que buscar en el tiempo los recuerdos que viviste en el pasado para dejar tus memorias en cada uno.
Llegar a viejo es una recompensa que te da la vida para seguir llevando esas memorias pasadas, esos capítulos de libros ya leídos y algunos con páginas rotas que tu solamente puedas contar el final…
…todo tiene su recompensa.
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